Hoy por hoy mis queridos hermanos y por siempre, renuncio y he renunciado, y seguiré renunciando, a los derechos de autor. ¡Lo único que deseo es que estos libros se vendan en forma barata, al alcance de los pobres, al alcance de todos los que sufren y lloran! ¡Que el más infeliz ciudadano pueda conseguir ese libro, con los pocos pesos que lleva entre su bolsa! ¡Eso es todo!” (Samael Aun Weor, México – 29/10/1976)